¿Qué es un Futuro? ¿Y un Forward?

Un futuro financiero es un derivado en el que ambas partes se comprometen a comprar o vender un activo en  un momento determinado y a un precio acordado. Lo que se adquiere no es un derecho (como ocurría con las opciones) sino una obligación de comprar o vender bajo las condiciones pactadas.


La obligación solo es exigible una vez llegado el momento de vencimiento del contrato, pero si el precio del activo subyacente no evoluciona de acuerdo a nuestras previsiones, podremos cerrar la posición abriendo la posición contraria. Por ejemplo, si tenemos una posición larga (long, es decir, compramos para después vender porque pensamos que el precio va a subir) y después resulta que la tendencia del activo es bajista, podemos deshacer nuestra posición abriendo una posición corta (short,  para después comprar porque pensamos que el precio va a bajar). De esta forma evitaremos asumir todas las pérdidas si nuestras previsiones no fueron correctas.



Por tanto, un inversor que tenga unas previsiones alcistas abrirá una posición larga, pactando un precio inferior al que cree que ofrecerá el mercado en el momento acordado. Si sus previsiones se cumplen y el precio del activo sube por encima del precio pactado en el futuro, llegado el vencimiento el inversor lo obtendrá de la contrapartida del futuro por un precio inferior al valor de mercado, para después venderlo en el mercado al instante y obtener una plusvalía por ello.

Del mismo modo, si el inversor tiene previsiones bajistas, abrirá una posición corta, pactando un precio superior al que cree que ofrecerá el mercado. De esta forma, podrá vender el activo y después cerrar su posición corta recomprándolo al instante en el mercado, a un precio más bajo. 

Lo normal es que el precio del futuro se vaya moviendo de forma paralela a la situación del mercado. Las garantías suelen oscilar en torno al 20%, por lo que hay un apalancamiento importante. En este sentido, una de las principales ventajas que ofrece el futuro es que solo son estas garantías aportadas las que se ven afectadas por el riesgo cambiario.

Si el futuro es sobre acciones, la regla general es que cada contrato incluya 100 acciones. Por ejemplo, si quiero comprar 10 futuros sobre Amazon, negociaremos 1.000 acciones. Para saber el valor nominal (importe económico) de un futuro sobre acciones, multiplico la cotización por 100. Así, si Inditex cotiza a 30 euros, un futuro sobre acciones de Inditex tendrá un valor nominal de 3.000 euros. 

Si el futuro es sobre índices, para saber el valor nominal (importe económico del futuro) tenemos que saber el multiplicador. Este multiplicador es simplemente un número que tiene asignado el índice. Por ejemplo, el del IBEX 35 es 10, el del DAX es 25, el del Mini S&P 500 es 50... Por ejemplo, si el futuro del IBEX 35 cotiza en 10.000 euros y sabemos que su multiplicador es 10, el valor nominal de un futuro sobre el IBEX 35 será de 100.000 euros.

La liquidación del futuro puede ser tanto por entrega (las dos partes se intercambian el activo subyacente) como por diferencias (las partes se intercambian el resultado obtenido del futuro), y como regla general vencen el tercer viernes de cada mes. 

Sabiendo esto, definir un forward es una especie de futuro over the counter, es decir, fuera de los mercados organizados y a medida del cliente. Fundamentalmente los forwards se utilizan en operaciones de cobertura sobre divisas y materias primas, en este último caso a veces con entrega física.