Fuente: www.portaloaca.com
Para completar el análisis de las finanzas internacionales iniciado en el capítulo anterior debemos abordar una serie de conceptos sin los cuales es imposible comprender la economía mundial contemporánea.
1.-Especulación
La especulación es el comportamiento que busca obtener beneficio aprovechando las variaciones en el precio de cualquier cosa, pero siendo esa búsqueda del beneficio completamente ajena al uso que pueda tener por sí misma la cosa a la que se refieren los precios que varían.
Es un comportamiento natural en todos los agentes económicos aprovechar las ventajas de que los precios de las mercancías no sean siempre los mismos. Por eso, para hablar de especulación es necesario que la búsqueda de beneficios sea ajena al disfrute de lo que se intercambia.
La especulación no siempre es indeseable. Puede ser beneficiosa si el especulador dispone de algún instrumento (seguros, contratos) que le permita cubrir el riesgo que supone la variación de los precios, permitiendo así los intercambios entre compradores y vendedores a pesar de la incertidumbre sobre los precios.
Por el contrario, la especulación se convierte en un problema cuando los especuladores disponen de una posición privilegiada y de mucho más poder que los demás operadores en las transacciones y cuando los precios de las mercancías dejan de depender de su oferta y demanda reales, superponiéndose la especulación a cualquier otro tipo de actividad para satisfacer las necesidades humanas.
2.-Mercados de futuros
Los mercados de futuros surgieron con el objetivo de hacer frente a los riesgos derivados de las variaciones de los precios en la compraventa de mercancías. Las operaciones a futuro se basan en contratos que se caracterizan porque fijan de antemano el precio al que se va a cerrar una operación en un determinado momento posterior, eliminando así la incertidumbre sobre lo que se va a pagar o a cobrar.
Con ese contrato, tanto el hedger corto (vendedor, interesado en que suba el precio) como el hedger largo (comprador, interesado en que el precio baje) resultan beneficiados al eliminar la incertidumbre y los riesgos derivados de la variación de los precios.
Sin embargo, es posible especular con los contratos de futuros. Para ello los especuladores que creen que el precio de una mercancía va a subir la compran ahora a futuro para venderla luego. Si piensan que el precio va a bajar, contratan la venta a futuro a precios de hoy y cuando llegue el momento compran la mercancía más barata para entregarla al precio fijado (más alto). Estas operaciones terminan afectando a los precios de las mercancías reales, que son los que los especuladores toman como referencia a la hora de operar.
3.-Posiciones a corto
Las ventas a corto consisten en la venta de algo sin tener la propiedad sobre ello, por lo que habrá que realizar una devolución en algún momento. Se trata de operaciones basadas sobre apuestas, aunque cuanto más poderosos sean los inversores que las realizan, más posibilidades tienen de obtener ventajas, manipulando los precios. Así, un inversor, creyendo que el precio de algo va a bajar, lo pedirá prestado para venderlo a los precios actuales (más altos). Más tarde, lo comprará después de haber provocado una bajada del precio y lo devolverá, obteniendo ganancias.
Se trata de operaciones que pueden resultar muy desestabilizadoras, ya que las ganancias tienen un límite (el precio del título o activo que se tomó prestado y que no puede bajar de cero), pero las pérdidas no. Además, la enorme rentabilidad que tienen se basa en que las caídas en el precio de los títulos intercambiados suelen ser más rápidas que las subidas y en que cuando estas empiezan se puede producir una retirada.
Independientemente de los riesgos para los propios especuladores, las ventas a corto suponen una verdadera agresión a las finanzas y a las economías de las naciones contra las que se hacen. Son operaciones cortoplacistas, protagonizadas por capitales golondrina, que fluyen rápidamente de un lado a otro y sin control, causando inestabilidad política y económica en diferentes países con el objetivo de hacer caer la cotización de sus títulos de deuda.
4.-Titulización
La titulización es una de las formas de creación de liquidez a las que recurren los bancos para continuar con la fabricación de dinero cuando se ha llegado al techo del crédito que le está permitido dar en función de su capital. Consiste en vender a un inversor los derechos de cobro inherentes a un activo en posesión del banco (facturas, hipotecas, préstamos…). Así, el banco saca esos activos de su balances (con los que ya no puede seguir dando más créditos) y recibe a cambio liquidez, que le permite continuar con su negocio.
En ese proceso el banco vende los derechos de cobro del activo a una entidad (normalmente un fondo de inversión) denominada vehículo, que habitualmente es creada por los propios bancos, y que a su vez emitirá, a partir del título que le compra al banco, nuevos títulos que luego venderá a otros inversores, a quienes les reportarán unos determinados intereses fijos, y así sucesivamente.
Titulizando de esta forma sus activos, el banco no solo adquiere liquidez, sino que además transfiere o externaliza el riesgo que lleve consigo el activo. De esta manera el flujo de dinero que un particular paga para amortizar un préstamo que le ha sido concedido se va repartiendo a través de una pirámide de entidades que han ido comprando los títulos sucesivos y con las que ese particular nada tiene que ver.
Esas entidades que compran los bonos emitidos por los vehículos suelen ser inversores institucionales (bancos, compañías de seguros, fondos de pensiones, fondos de inversiones o hedge funds, que especulan con los precios de esos títulos).
5.-Apalancamiento
Para obtener los fondos con los que se realizan inversiones financieras se recurre a dos fuentes, el ahorro y, sobre todo, el apalancamiento (endeudamiento), gracias al que los capitales invertidos alcanzan las cifras tan altas que podemos observar en la actualidad. El apalancamiento es la posibilidad de disponer de un capital mucho mayor que el inicial para llevar a cabo la inversión deseada. Gracias a él es posible multiplicar casi sin límite la cantidad de recursos que se pueden involucrar en las operaciones especulativas de todo tipo. Además permite llevar a cabo operaciones incluso sin necesidad de desembolsar capital alguno, o con solo una pequeña garantía, cuando el momento de realizar el pago difiere de aquel en el que se cierra la operación.
6.-CDS
Los CDS son un tipo de producto derivado. Los derivados son títulos originados unos a partir de otros, y todos ellos a partir de uno original llamado subyacente, que se van difundiendo como inversiones que son rentables por la demanda especulativa que hay detrás de ellas. Se trata de un tipo de contrato vinculado a un activo subyacente (una mercancía, una acción, un bono, una divisa, un índice, una tasa de interés…) cuyo precio en el futuro deriva del precio actual y de los tipos de interés.
Estos derivados se negocian en mercados formales especializados o mediante relaciones informales y tienen tres características principales: su precio depende de las variaciones del precio del activo subyacente, se necesita una inversión de capital muy pequeña o nula para adquirirlos y, finalmente, es casi imposible que su circulación se pueda controlar por las autoridades.
En concreto, el CDS (credit default swap, derivado de incumplimiento crediticio) es un contrato de seguro en el que el comprador se obliga a realizar una serie de pagos a lo largo del tiempo en forma de primas y, por otro, el vendedor se compromete a cubrir parte o el total del crédito asegurado si este resulta impagado.
Poniendo un ejemplo, con él un banco puede conceder a una empresa un préstamo de un millón de euros a pagar en diez años a un interés de Euríbor +30 puntos. Para cubrir el riesgo que supone que la empresa no le pague, el banco contrata un CDS con un fondo de inversión, de modo que este le asegura la mitad del préstamo a cambio de 20 puntos básicos. Si la empresa finalmente no paga, el banco tendrá que entregar al fondo deuda de la empresa por un importe equivalente al valor del crédito asegurado y el fondo pagará medio millón de euros. Sin embargo, el banco podría suscribir el CDS con el fondo aunque no tenga deuda de la empresa, comprar los títulos de deuda cuando hayan caído en impago y reclamar luego al fondo la liquidación del seguro.
Este tipo de productos financieros son capaces de generar una gran inestabilidad en los mercados, entre ellos el de deuda pública, debido al interés que tienen los poseedores de estos activos en que la situación de los emisores empeore para que aumente su rentabilidad.
CONTINUARÁ…
BIBLIOGRAFÍA
- NAVARRO, V. Y TORRES LÓPEZ J. (2012): Los amos del mundo, Espasa, Barcelona.
- Clases de Economía Mundial del Prof. Dr. Juan Manuel Ramírez Cendrero (Universidad Complutense de Madrid).
Autor:
Manuel V. Montesinos