Autor: Manuel V. Montesinos
Antes de
nada, recordemos que en el capítulo
anterior aprendimos:
· Qué es
la Economía Política.
·
Cuál es
el objeto teórico
de la Economía
Política.
Pues bien,
para continuar podemos
decir que en
cualquier estudio económico
se distinguen tres
principales etapas: descripción, interpretación y
recomendación. Por ejemplo,
si estudiamos el
desempleo, primero describimos qué es
el desempleo y cómo
es (perfil del
parado, tipos de
parados…). Luego, en la interpretación nos
preguntamos por qué, de
qué depende el
paro, cuáles son sus
causas, es decir,
emitimos un diagnóstico.
Por último, recomendar implica
responder a la
pregunta ¿cómo actuar para
solucionarlo?.
Para llevar
a cabo este
proceso, la Economía
recurre al método
científico, un conjunto
sistemático de reglas
de conocimiento seguido
por la razón
en el estudio
de un determinado
objetivo con el fin de formular
una ley general.
A través
de su aplicación,
la Economía Política
es capaz de formular
leyes y
teorías que explican
la realidad económica
a través de
la definición de
conceptos y relaciones
entre ellos. Todas
estas leyes y
teorías forman parte
de un marco
teórico donde se reúnen las
conclusiones a las
que han llegado
los economistas de
las diferentes ramas
de pensamiento económico
existentes.
Las leyes
y teorías económicas
son el resultado
de un proceso
constituido por tres
etapas: observación, formulación de
hipótesis y verificación. En
resumen, decimos que la observación de
la realidad nos
lleva a establecer
hipótesis sobre
el comportamiento de
distintos fenómenos, plasmadas
en forma de
relación entre dos
variables, una independiente
(modelo productivo, por
ejemplo) y otra
dependiente (paro, en
este caso), para
lo que se
suelen utilizar modelos, representaciones simplificadas
de la realidad.
Posteriormente, estas hipótesis
deben ser verificadas,
contrastadas con la
realidad para comprobar
si son ciertas
o no. Tal
contrastación puede ser
lógico-formal o lógico-deductiva.
No obstante,
como ya hemos
comentado, no es
posible aplicar el
método científico del
mismo modo en
Ciencias Naturales que
en Ciencias Sociales.
Concretando en el
caso de la
Economía, podemos distinguir
una serie de obstáculos
o particularidades en
la aplicación del
método científico:
a)
Dificultades
de observación, medición
y verificación: la Economía Política
no es una
ciencia experimental, es
decir, no es
posible reproducir los
hechos económicos para
su observación. Por
eso, la Economía
Política se ve
obligada a recurrir
a la inducción
y a la
deducción para detectar
en experiencias concretas
las regularidades que
busca. Por ejemplo,
para medir el
desempleo es necesario
recurrir a la
EPA o a los datos
de Paro Registrado.
Ninguno de los
dos indicadores está
exentos de errores
(hay personas paradas
que no están
registradas en las
listas del Paro
Registrado, así como
personas identificadas como
paradas cuando están
trabajando, mientras que
la EPA es
una encuesta, una
estimación) y nada
dicen sobre magnitudes
relacionadas con este
fenómeno como pueden
ser el bienestar
o la igualdad.
Por otro lado,
el distanciamiento de
la realidad que
supone la utilización
de los modelos
da lugar a
errores, a menudo
de razonamiento, en
la explicación de
causas y consecuencias
de los fenómenos.
b)
El objeto de conocimiento es
el sujeto: en
Economía, nos estudiamos
a nosotros mismos
como sociedad. Formamos
parte de lo
que estudiamos, somos
al mismo tiempo
sujeto y objeto
de estudio. Por
esta razón, al
economista le resulta
imposible ser neutral
en sus análisis.
Sus juicios de
valor estarán condicionados
por sus prejuicios,
el grupo social
al que pertenece
o los intereses
a los que
sirve. Por ejemplo,
sobre los salarios,
no tendrá la
misma opinión el
economista encargado de
optimizar los costes
de una empresa
que el economista
que defienda los
intereses de los
trabajadores en un
sindicato.
Como consecuencia
de todas estas
dificultades surgen las discrepancias entre
los economistas, de
tres tipos, fundamentalmente, tal
como identifica Joseph
Stiglitz:
- Diferencias en los modelos: cada economista, dependiendo del modelo que decida utilizar en su estudio, llegará a una conclusiones o a otras.
- Magnitudes cuantitativas: los economistas pueden llegar a distintos resultados a la hora de medir cuantitativamente un fenómeno.
- Valores y prejuicios: como ya hemos comentado antes, a la hora de realizar valoraciones en términos de coste-beneficio, el economista puede verse influido por su ideología, clase social a la que pertenece o intereses a los que sirve.
También hay
que destacar el
hecho de que en casi
todas las ciencias
encontramos distintas corrientes
de pensamiento. La
Economía no es
una excepción. Las
más importantes son:
a)
De la Antigüedad
a la fisiocracia
La historia
del pensamiento económico
arranca en la
antigua Grecia, donde
las principales preocupaciones giraban
en torno a cuestiones de
la vida cotidiana
(división del trabajo,
producción, cambio, moneda,
precios…) y el objetivo era
formular reglas morales
y prácticas de
conducta.
Hasta la
fisiocracia (siglo XVIII),
la economía no
es vista como
un todo autónomo
del orden social.
Es entonces cuando
la Economía Política
se conforma como
un conjunto sistematizado
de relaciones científicas.
b)
La economía clásica
En medio
de la Revolución
Industrial nace la
economía clásica, que
cree en la
existencia de unas
leyes económicas reguladoras
de fenómenos como
el reparto de
las rentas y
la riqueza y
que deben ser
conocidas. Preocupados especialmente
por el crecimiento
económico a largo
plazo, economistas clásicos
como Adam Smith
o David Ricardo
se preocupaban por
cuestiones como:
- Qué recursos movilizar para la producción, el consumo y el intercambio.
- Qué
bienes producir y
en qué cantidades.
- Qué
técnicas aplicar a
los recursos para
la producción.
- Qué
valores atribuir a
los recursos y
a los bienes.
- Cómo distribuir los bienes entre los individuos y los colectivos sociales.
c)
La economía neoclásica
La economía
marginalista de finales
del siglo XIX
supone un cambio
radical en el
objeto y método
de estudio de
la Economía. Si
los clásicos habían
estudiado fenómenos a
largo plazo que
afectaban al conjunto
de la sociedad,
los neoclásicos se preocuparán
por todo lo
relativo a la
elección del individuo
a la hora
de determinar cómo
satisfacer sus necesidades
con recursos escasos
en el corto
plazo. Entre sus
principales ideas se
encontrará su visión
de los mercados,
donde cualquier desequilibrio
es solo coyuntural
y desaparecerá tarde
o temprano.
d)
El keynesianismo
La depresión
de los años
30 puso de
manifiesto las carencias
del análisis marginalista,
dando paso a
las ideas de
John M. Keynes.
Para él, la
preocupación central de la Economía
debía ser el
alcance del pleno
empleo y suavizar
las fluctuaciones económicas.
Para ello se
hacía necesaria la
intervención del Estado
a través de
políticas de gasto
público que compensaran
las insuficiencias del
gasto privado. Esta
corriente de pensamiento
se consolidó después
de la II
Guerra Mundial con
el establecimiento del
Estado del Bienestar
y el gran
desarrollo de las
economías occidentales.
e)
Monetarismo y neoliberalismo
A partir
de la crisis
económica de los
70, el monetarismo
y el neoliberalismo de
Milton Friedman y la Escuela
de Chicago adquirieron
el protagonismo. Estos
reivindicaban un menor
intervencionismo en los
mercados por parte
del Estado, al
que acusaban de
desequilibrarlo. También preferían
dejar a un
lado los problemas
macroeconómicos propios del
keynesianismo para centrarse
en los microeconómicos.
f)
Las
corrientes críticas
Por último,
algunas de las
doctrinas heterodoxas más
destacadas en la
historia del pensamiento
económico son:
- Postkeynesianismo: trata
de completar al
análisis económico keynesiano incorporando nuevos
objetos de estudio
como la distribución de
la renta, las
instituciones crediticias y
monetarias o los
sindicatos y las
mutinacionales.
- Institucionalistas: critican
el formalismo e
irrealismo de los
modelos neoclásicos y
centran su estudio
en las instituciones sociales
y políticas, determinantes de
los hechos económicos.
- Marxismo: el
original pensamiento marxista
caracterizado por la
utilización del materialismo histórico y
su reformulación de
la teoría ricardiana del
valor ha dado
lugar a ramas
muy distintas: economías dogmáticas de
los países comunistas, análisis
preocupados por injusticas como
la desigualdad, otros
centrados en la
comprensión del proceso
de acumulación capitalista…
CONTINUARÁ…
BIBLIOGRAFÍA
- STIGLITZ, J. y WALSH, C. (2002): Microeconomía, Ariel, Barcelona. Capítulo 1 “La nueva Economía”.
- TORRES LÓPEZ, J. (2005): Economía Política, Pirámide, Madrid. Capítulo 1 “La Economía Política como ciencia social”.
- Explicaciones del profesor Juan Manuel Ramírez Cendrero (Universidad Complutense de Madrid).