Fuente: www.joserodriguez.info
Autor: Manuel V. Montesinos
Para profundizar más en una de las consecuencias derivadas de la distinción entre centros y periferia, la desigualdad, podemos decir que a partir de la Revolución Industrial la desigualdad entre países, medida en términos de renta per cápita, se dispara hasta nuestros días, encontrando una cierta estabilidad durante los años cincuenta. Hasta ese momento había muy poca desigualdad, ya que la mayor parte de la población se mantenía en niveles de subsistencia.
Ahora bien, el estudio de la desigualdad entre países presenta una serie de dificultades, siendo las más importantes la variación en el número de naciones, aparición y desaparición de países y, por otro lado, la existencia de distintas monedas e inflación. Para solucionar este último problema se utiliza una moneda imaginaria con la misma capacidad de compra en todos los países, los dólares PPA (Paridad de Poder Adquisitivo), un sistema internacional de precios basado en la estimación del nivel de precios de cada país y su valoración en relación con el de Estados Unidos. Gracias a él es posible comparar países y momentos del tiempo distintos.
Pero dirigiendo de nuevo nuestra atención al problema que nos ocupa, aquí recogemos algunos datos que ilustran el aumento de las desigualdades:
- A principios del siglo XIX, la diferencia entre el PIB per cápita inglés u holandés y el chino era de 3 a 1. Hoy, la ratio entre los países más ricos y los más pobres es de 100 a 1.
- Si adjudicamos a cada país el mismo peso, vemos que las diferencias entre unos y otros han ido aumentando. Mientras Occidente ha disfrutado de respetables tasas de crecimiento, Latinoamérica se ha estancado, Europa Oriental se ha hundido y África ha pasado por un período calamitoso.
- Si observamos las diferencias de renta ponderadas por el peso de cada país, el aumento de las desigualdades ha sido más leve debido al rápido crecimiento experimentado por China e India durante las últimas décadas.
De esta manera, notamos que actualmente el mundo es un lugar mucho más desigual de lo que era en los siglos XIX y XX. La mayor parte de las desigualdades entre individuos se explican según la nacionalidad de éstos.
Por otro lado, destaca el crecimiento de China e India, mayor que ningún otro país en las últimas décadas. No obstante, las diferencias absolutas de renta per cápita entre estos dos países y los occidentales continúa siendo muy grande y ha ido aumentando. Lo mismo ocurre con la productividad y el bienestar.
En esta situación, la divergencia de rentas entre países pone a prueba las teorías económicas tradicionales sobre el crecimiento. Según estas, los países pobres tendrían que crecer más rápido que los ricos gracias a la globalización, pues podrían atraer fácilmente capitales (nuevas oportunidades de inversión muy rentables), acceder a muy bajo coste a la tecnología, especializarse en la producción de aquello para lo que tienen ventaja comparativa y copiar instituciones y políticas del mundo desarrollado.
Pero no es eso lo que está ocurriendo. Para empezar, durante los últimos años los principales flujos de capital se han dirigido hacia los países ricos e incluso se han dado flujos en dirección países pobres-países ricos (paradoja de Lucas). En segundo lugar, los países pobres deben pagar altas sumas de dinero en forma de derechos de propiedad intelectual para acceder a la tecnología.
Por estas razones, se están produciendo cambios en la teoría del desarrollo. Uno de los más significativos consiste en considerar la tecnología (instituciones dedicadas a la investigación y el desarrollo) como una variable endógena, no exógena, del sistema económico.
También debemos incidir, a la hora de estudiar las diferencias de renta en el mundo, en la necesidad de dividir la población de los países en distintos grupos, cada uno con su nivel de renta y, a partir de ahí, ver cómo esta se distribuye. Un estudio como este nos permitirá darnos cuenta de que, por ejemplo:
- Estados Unidos es un país muy rico, ya que su población disfruta de los niveles de renta per cápita más altos del mundo.
- Países como Brasil e India presentan un elevado nivel de desigualdad.
- Existen países en los que las clases altas tienen la misma o menos renta per cápita que los ciudadanos más pobres de países más ricos.
- La mayoría de naciones africanas son muy pobres y muy desiguales.
Estudios de esta índole son muy útiles para tomar decisiones en asuntos como las ayudas al desarrollo, donde hay que tener cuidado de que no se produzcan transferencias regresivas (los ciudadanos de un país contribuyen a la dotación de unos fondos que acaban en manos de ciudadanos más ricos que ellos en otros países).
CONTINUARÁ...
BIBLIOGRAFÍA
- MILANOVIC, B. (2012): Los que tienen y los que no tienen, Alianza Editorial, Madrid.
- Clases de Economía Mundial del Prof. Dr. Juan Manuel Ramírez Cendrero (Universidad Complutense de Madrid).