Cómo persuadir al estilo griego


Hoy tratamos un tema que puede ser de gran utilidad y que por desgracia no se conoce todo lo que debería. Se trata de una técnica dialéctica conocida como mayéutica y que fue inventada por los sofistas, concretamente por Sócrates. Recordemos que los sofistas, más que filósofos propiamente dichos, eran profesores de oratoria y por tanto muy apreciados en la democracia asamblearia. Atención si os dedicáis a la política, los negocios, la abogacía o a la sobremesa. 

La mayéutica socrática se basa en que nuestro interlocutor reconozca su error, sin que nosotros tengamos que aportar más argumentos, le plantearemos dudas e ironías para que caiga en una contradicción y se de cuenta de que lo que afirma no está bien fundado. Es muy útil para convencer a alguien que es arrogante o que tiene alguna clase de poder sobre nosotros, porque no tendremos que enfrentarle de forma directa ni decirles que no tienen razón. Normalmente esto se hace extendiendo su afirmación como si fueran conceptos generales: es un método inductivo, que va de lo particular a lo general. 

Ejemplo:

- ¿Queremos conseguir nuestras metas empresariales este año?
- Por supuesto
- ¿Cómo vamos a conseguir que nuestros empleados se impliquen al máximo?
- Hay que incentivarlos correctamente mediante alguna clase de bonus
- ¿Cómo vamos a distribuir los bonus?
- Se los daremos a los que hayan colaborado en conseguir nuestras metas
- Así que lo que importa es que estén relacionados a la contribución de cada empleado, ¿no?
- Sí
- ¿Qué pasa si alguno encuentra una manera de hacer las cosas mejor y más rápido?
- Pues genial
- ¿Eso tiene el mismo valor que conseguir el objetivo despacio y mal?
- En esta empresa tratamos a nuestros empleados de forma igualitaria y sin discriminación
- Entonces ¿Cómo diseñamos el sistema de incentivos?
- Los repartimos entre toda la plantilla por igual
- ¿Para qué sirven entonces?

Ejemplo 2:

- Hay que subir los impuestos
- ¿Y eso?
- El Estado tiene muchos gastos y pocos ingresos
- Explícate
- Es que hay que pagar una subvención para la conservación de la rana vasca, por su importancia ecológica para España
- ¿Y tú pagarías de tu bolsillo esa ayuda?
- No, me parece un despilfarro
- ¿Y quién lo ha decidido y segun qué criterios?
- Los políticos, porque les hemos votado
- ¿Y por qué no votas a otro partido?
- Porque hacen todos lo mismo
- ¿Y por qué crees que ocurre esto?
- Porque todo el mundo les vuelve a votar
- Entonces debe ser que todo el mundo está preocupado por la rana vasca

Estos son ejemplos simplifiados, pero varios pensadores (Platón, Jenofontes...) recopilaron diálogos de Sócrates utilizando esta técnica. Son famosos los de Glaucón y el de Hipias Menor. Aquí un ejemplo actual. Jordi Évole o Juan Ramón Rallo son grandes aficionados a esta estrategia.

La mayéutica puede fracasar si el interlocutor se pone a la defensiva y empieza a lanzarnos preguntas a nosotros o a preguntarnos nuestra opinión sin aportar más información por su parte. Para evitar esto nuestra fachada de ignorancia y curiosidad tiene que ser suficientemente creíble (es ideal si la víctima muestra una actitud paternalista), es fundamental ir variando la estructura de la pregunta. Os animo a que probéis la técnica (cabe en un tuit).