¿Qué es un CFD?

El CFD o contrato por diferencias es un derivado financiero muy popular. Fueron creados para imitar las posiciones de gran apalancamiento pero sin tener que adquirir la propiedad del activo subyacente. Son relativamente nuevos en España pero tienen una larga tradición en países como Reino Unido. Aunque es un contrato Over the Counter (a medida, no cotiza en ningún mercado organizado) es generalmente más accesible que otros productos de características parecidas. 


Como indica su nombre, en este contrato las partes no se intercambian ningún título ni activo como tal, sino simplemente la diferencia entre el precio de compra y el de venta. Es un instrumento bastante flexible porque permite al inversor abrir posiciones tanto largas como cortas, acceder un enorme abanico de activos y apalancarse si quiere. Al igual que las acciones o los fondos de reparto (Income Fund) el CFD puede repartir dividendos.

A diferencia de otros productos como los futuros, los CFDs no tienen fecha de vencimiento, por lo que no tenemos que "rolarllos" - de roll over, cerrar para volver a abrir la posición en las fechas próximas a su vencimiento para poder mantenerla, y dependiendo del precio y liquidez del mercado conseguiremos un precio más o menos parecido al que teníamos - , lo que es una importante ventaja de ahorro de comisiones y conservación del valor.

A cambio de no tener que rollarlos, se aplica un interés diario, que en posiciones largas será a pagar (normalmente algún tipo interbancario como el Euribor + comisión para el broker) y en posiciones cortas o bien será muy bajo o incluso puede ser a nuestro favor, dependiendo de cómo se encuentre el tipo interbancario en el momento o la referencia que se haya acordado con el broker. Generalmente son buenas herramientas para estrategias de corto plazo y bajistas (cortos).

El inversor tiene la posibilidad de apalacarse si quiere mover un nominal mayor del que quiere disponer de su cuenta, pero no la obligación. Hay que tener en cuenta que algunos activos conllevan de forma implícita el apalancamiento: por ejemplo, un inversor interesado en el petróleo West Texas, que suele rondar los 50$ el barril, tendrá que hacer un desembolso mínimo de 5.000$ porque el mínimo de contrato son 100 barriles.

Ejemplo de posición larga con CFDs. Como pensamos que las acciones de Apple van a crecer, compramos 1.000 CFDs de Apple a 8$. Nuestra previsión se cumple y unos días después los vendemos por 8,5$, por lo que el beneficio sería 0,5 x 1.000 = 500, a lo que habrá que restar las comisiones. Si por el contrario la previsión no se cumple y los tenemos que vender por 7$, las pérdidas serán de 1.000$ más las comisiones.

Ejemplo de posición corta con CFDs. Creemos que las acciones de Monsanto van a bajar, vendemos (aportando garantías, que suelen oscilar el 30% dependiendo del broker) 1.000 CFDs de Monsanto a 15$. Si efectivamente bajan y compramos a 10$, nuestro beneficio será de 5.000$ menos las comisiones. Si en vez de bajar, Monsanto sube y tenemos que comprar a 18$, nuestras pérdidas serán de 3.000$ más las comisiones.